Nunca es demasiado tarde. Podemos corregir la posición de los dientes a cualquier edad. Hemos tratado satisfactoriamente a niños y a adultos de todas las edades. Siempre es posible mejorar la sonrisa de cualquier persona. Pero para realizar un correcto tratamiento de ortodoncia es necesario empezarlo con los dientes y encías sanos, sin caries y sin inflamación.

Recomendamos evitar alimentos duros que puedan dañar los aparatos dentales y provocar que se despeguen. Debemos evitar ciertos hábitos como morderse las uñas. Cada vez que se daña un aparato debemos visitar al ortodoncista y el tratamiento puede alargarse.

El ortodoncista le proporcionará un kit con los instrumentos que necesita para el cuidado de los aparatos dentales y las instrucciones higiénicas para llevar un cuidado más exhaustivo con la limpieza.

Después de un tratamiento de ortodoncia (con Brackets o alineadores) siempre es necesario el uso de retención. La boca está en continuo cambio y sometida a todo tipo de fuerzas al masticar y hablar, creando pequeños movimientos que con el tiempo acaban descolocando de nuevo los dientes. Por ello, una vez terminada la ortodoncia se pondrá una retención fija y/o removible que deberá ser usada durante toda la vida.

La duración del tratamiento de ortodoncia dependerá de la complejidad del caso pero sin duda, la mejor edad para influir sobre el movimiento de los dientes es en la etapa de crecimiento. Durante este período es fácil corregir los posibles defectos que presentan los pacientes.

La planificación requiere de ciertos objetivos terapéuticos, que variaran según una serie de factores tales como la edad de la persona, las características de la dentadura o en que etapa de crecimiento se encuentra, entre otras.